Es importante entender cómo se desarrolla el cáncer de mama y cuales son los factores asociados a su desarrollo. La mama es una glándula y está compuesta de grasa y tejido mamario. El tejido mamario a su vez se divide en conductos (o ductos) y lobulillos. Los lobulillos producen la leche y los conductos la transportan hacia el pezón. Los principales cánceres se originan ya sea desde los lobulillos (Cáncer Lobulillar) o desde los ductos (Cáncer Ductal). El cáncer es un crecimiento descontrolado de las células de la glándula mamaria, estimulado por diversos factores y porque éstas células han perdido algunos de los mecanismos que regulan el crecimiento ordenado. El crecimiento del cáncer puede ser lento o rápido dependiendo de que tan agresivo es el tumor, pero en general crece en silencio durante varios años antes de que se pueda palpar en la mama. Una vez detectado el cáncer, el pronóstico dependerá:

  1. del tamaño del tumor,
  2. de la presencia de ganglios en la axila con cáncer y
  3. de si se ha diseminado a otros órganos fuera de la mama.

Así por ejemplo si un tumor mide menos de 2 cms, y no se encuentra cáncer en los ganglios ni fuera de la mama, la paciente con este tumor tendrá probablemente un buen pronóstico. Existen varios otros factores para determinar la agresividad del cáncer y su pronóstico. Algunos de estos factores son:

  1. el tipo de cáncer (in situ, invasor, lobulillar, ductal u otro),
  2. presencia en el tumor de receptores para hormonas (estrógeno o progesterona),
  3. el grado de madurez de las células del tumor (grado nuclear o histológico).

Además de estas características existen otros factores propios del tumor que se relacionan con el pronóstico. Varias investigaciones se desarrollan en esta area y la idea es sacar el máximo de información de cada tumor para saber cuán agresivo es, cuál será su pronóstico y, de esta manera, poder elegir el tratamiento más adecuado.

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